Concursos

CREA TU CUENTO

Bases del concurso:
        Para poder participar tendrás que ser un alumno de Audición y Lenguaje y Pedagogía Terapéutica.
Tendrás que crear un pequeño cuento, y dicho cuento no puede ser copiado de otro lugar y, además, tiene que ser inventado por ti.
Cuida la ortografía y las expresiones y échale imaginación.
El cuento lo tendrás que entregar en el aula de Audición y Lenguaje con tu nombre, primer apellido y el curso.

        Participantes:


1º - Vanesa Marín (4º Primaria)

La niña y el parque

Había una vez, una niña que iba caminando, con su comba, hacia el parque. Dejó la cuerda en el banco y se montó en el tobogán, en los columpios, etc. Después llegaron unos niños que le dijeron:

- ¡Hola! ¿Qué haces?

Y la niña respondió:

- ¡Hola! Jugando un rato, ¿Queréis jugar conmigo?

- ¡Claro que sí!

Estuvieron jugando, saltando, corriendo… y al cabo de un rato, empezó a llover. Los niños se recogieron y merendaron juntos y jugaron en casa. 

        De pronto, dejó de llover. Salieron de la casa y volvieron al parque a jugar con la comba. Y fueron felices jugando juntos.


FIN
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2º - Nerea Álvarez (5º Primaria)

 Un gato y una niña

Habíase una vez, una niña llamada Nerea. Esta niña quería un gato, y un día que fue al parque, escuchó un ruido y dijo:

- Mamá, ¿No será un gato?

Y la madre respondió:

- Puede ser, ¡vamos a ver!

Se acercaron y observaron qué era lo que hacía el ruido, y Nerea afirmó:

- ¡Sí mamá, es un gato! ¡Yupi! ¿Me lo puedo llevar a casa?

- Claro que sí, pero ¿qué nombre le vas a poner?

- Le pondré “Copito” – Dijo Nerea.


Y se fueron a su casa. Al llegar, Nerea se lo enseñó a su familia: a su hermana Rosita y a su padre Cecilio.


FIN
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3º - Diego Machado (6º Primaria)

La cursi y el bonachón

Había una vez, un perro muy bonachón llamado Riqui que llegó a un hotel en busca de comida. Una vez allí, se encontró con una perra muy presumida y maleducada llamada Milita, que era la perra del dueño del hotel. Riqui le dijo al verla:

-     ¿Me das comida, por favor?

-     ¡Por supuesto que no! Yo soy rica y tú no, así que te aguantas.

El perro se sintió triste al ver que no le daba comida, ya que llevaba más de un mes sin comer. Aun así, Riqui era fuerte y no se dio por vencido. Pasaron dos semanas en las que intentó hacerse amigo de Milita y, finalmente, lo consiguió.

Milita finalmente le dio comida, dejó de ser una maleducada y se hicieron muy amigos. Para celebrar su amistad, Milita invitó a Riqui a una cena, y este le regaló una pulsera de gomitas.


Colorín colorado, este cuento se ha acabado.


FIN
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4º - Nerea Álvarez (5º Primaria)

El unicornio mágico

Había una vez, una niña que vivía en el campo. Un día salió de casa y se montó en su caballo.

Juntos viajaron mucho: llegaron a un bosque, donde había muchos bichos, y siguieron caminando hasta llegar a una montaña, en la que el caballo de repente se paró. La niña quería seguir, pero su caballo no. Se bajó de él y comenzó a acariciarle y a hablarle, cuando de repente, el caballo habló:

- Estoy muy cansado.

La niña se quedó asombrada, su caballo había hablado:

- ¡Estás hablando! Dijo la niña.

- Si, no soy un caballo normal, soy un unicornio.

El caballo comenzó a transformarse, sacó su cuerno y dos alas hermosas, ya que también podía volar.

Desde ese momento, se hicieron amigos y vivieron muchas aventuras.

  

FIN
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5º - Vanesa Marín (4º Primaria)

La sirena, Luisma y Pilar

Había una vez, una sirena que estaba nadando en el mar, cuando de repente llegaron dos personas en un barco. Al verla, bajaron del barco y se metieron en el agua. La sirena se quedó quieta ya que nunca había visto una persona.

Luisma y Pilar, que así era como se llamaban, se acercaron a la sirena, la saludaron y le dijeron:

- No tengas miedo, no te haremos nada.

La sirena vio que eran buenos y les regaló unas aletas para que pudieran nadar bien. Esas aletas eran mágicas, con lo que también podían respirar bajo el agua.

Al cabo de un rato, se fueron a casa de la sirena, y conocieron a su hermana, a su padre y a su madre. Todos se hicieron muy amigos.

Después Luisma y Pilar le enseñaron su barco y dieron una vuelta. Allí estuvieron hablando y ambos le contaron a su amiga sirena que tenían que marcharse, pero que en dos meses volverían a visitarla.

Finalmente se marcharon, pero nunca se olvidaron de su aventura.

FIN
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